A partir del año 2025 los autónomos podrán acogerse al sistema de IVA franquiciado, una nueva modalidad de IVA que simplificará su gestión.
¿En qué consiste?
El sistema de IVA franquiciado es un régimen especial del IVA al que pueden acogerse autónomos y pymes que no superen el límite facturación de 85.000 euros al año. Se prevé (pero no está muy claro aún) que la nueva medida entre en vigor en España el 1 de enero de 2025. El principal objetivo de este sistema es reducir las obligaciones fiscales de autónomos y pymes y evitar la doble tributación.
¿Cómo funciona? Características
Los autónomos que se acojan al régimen tendrán un número NIF IVA que permitirá al cliente identificar que puede admitir la factura sin IVA.
Los autónomos no tendrán que incluir el IVA en sus precios ni declararlo trimestralmente, pero tampoco podrán deducir el IVA de sus compras o gastos. Esto es importante, por que depende de la actividad que pueda interesar o no.
Tendrán que hacer una única declaración anual de todos sus ingresos para comprobar si cumplen los requisitos para optar al régimen.
Los autónomos tendrán que aplicar un porcentaje fijo sobre sus ingresos brutos como impuesto, sin deducciones adicionales. Este porcentaje variará según el tipo de actividad. Solo se aplicará a las operaciones realizadas en el interior del estado, y no a operaciones intracomunitarias o con inversión del sujeto pasivo, que quedan excluidas de este régimen. El porcentaje fijo se declarará una vez al año, junto con los ingresos brutos, para comprobar si el autónomo cumple los requisitos para optar al régimen.
Es por ello que, si cumples todos los requisitos para tributar bajo este sistema, estarías exento de realizar la liquidación trimestral de IVA con el modelo 303 y también la del resumen anual con el modelo 390. Además, no sería necesario que incluyas este impuesto a la hora de emitir tus facturas.
Ahora bien, si el autónomo decide acogerse a esta nueva modalidad de IVA está limitado a no exceder el 10 % del nivel de actividad económica. Esto se debe a que una vez sobrepasado este límite, el régimen de exención se cancelaría automáticamente. Es decir, como el límite está en 85.000 euros, como mucho podría excederse a un total 93.500 euros de facturación anual.
A continuación, veamos las ventajas e inconvenientes que presenta el régimen de IVA franquiciado.
Ventajas
Simplifica la tributación y reduce la carga administrativa y fiscal de los autónomos con un volumen de operaciones bajo.
Permite no presentar las autoliquidaciones trimestrales de IVA, lo que supone un ahorro de tiempo y dinero en gestiones.
Permite fijar los precios sin incluir el IVA, lo que puede suponer una ventaja competitiva frente a otros negocios que sí lo repercuten. Lo que podría favorecer al pequeño comercio o negocio.
Evita el riesgo de tener que adelantar el IVA de las facturas impagadas o retrasadas.
Reducción de multas, ya que el IVA es uno de los impuestos con más inspecciones, tanto por deducir gastos no deducibles como por no presentarlo a tiempo.
Inconvenientes
Sin embargo, también presenta una parte negativa, y es que la principal desventaja del IVA franquiciado para los autónomos, es que pierden la oportunidad de deducir el IVA soportado, al no incluirlo en sus facturas.
Es por ello, que el régimen del IVA franquiciado puede ser beneficioso para algunos autónomos, pero no para todos. Dependerá de varios factores, como el tipo de actividad, el nivel de gastos, el tipo de clientes o la competencia. Por ejemplo, podría no ser adecuado para sectores con un IVA reducido o superreducido, o con muchos gastos al 21%, ya que no podrían recuperar el IVA soportado en exceso.
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